Rehabilitación de forjado de madera y reparación en la reforma integral de una vivienda.

En muchas reformas, y sobre todo en la zona centro, nos encontramos en numerosas ocasiones, estructuras y forjados de madera, sobre todo en edificios antiguos de principios del siglo pasado.

La realización de una reforma integral, debe ser aprovechada para la inspección, reparación o realización de los mantenimientos que estos edificios antiguos requieran.

En numerosas ocasiones nos encontramos con actuaciones, realizadas con anterioridad, mal resueltas, como puede ser la colocación de una solera encima de la que da problema y otro suelo de acabado, lo cual no solamente no resuelve el problema, sino que añade un peso muerto extra al forjado, por lo que perjudica, de ahí la importancia de levantar todos los distintos restos de suelo hasta llegar a la madera original y así vaciar y descargar el forjado en la mayor medida posible.

En una primera fase de inspección, se deben de localizar los elementos de madera para que puedan ser inspeccionados uno a uno, en el caso de forjados con la eliminación de suelos, soleras y recubrimientos, y en el caso de techos o paredes, con la eliminación de yesos, falsos techos o recubrimientos.

En las zonas húmedas, donde se encontraban los baños y cocina, hay que hacer una revisión más exhaustiva, puesto que es donde nos encontramos la mayoría de las deficiencias. Hay que prestar especial atención a estas zonas, es donde nos encontramos la mayoría de las patologías, y esto es debido a que las pequeñas fugas de agua, a lo largo del tiempo, hacen que la humedad penetre en la madera, y ésta favorezca a la aparición de hongos o de insectos xilófagos como pueden ser las temidas termitas, que acaban por descomponer el material.

Una segunda fase es la de diagnóstico y propuesta de la solución, en la que después de una inspección previa y unos estudios, se elige la actuación que se va a realizar para corregir las patologías existentes encontradas. Es muy importante que en todo el proceso se cuente con la supervisión de un técnico especializado, para poder asesorarnos en las diferentes técnicas, en función de las anomalías, y para el control de la correcta ejecución de las mismas.

Hay que tener en cuenta, en función de técnica utilizada, y de la normativa aplicable en cada zona, que es bastante probable que se requiera de la realización de un proyecto técnico por un técnico especializado.

Una tercera fase es la de ejecución de las medidas planteadas en la fase anterior y realización y terminación de los trabajos.

Hay diversas técnicas para la rehabilitación de los forjados de madera, una de las más comunes en las reformas, es la de refuerzo del mismo mediante la incorporación de una nueva solera, convirtiendo al forjado en un forjado mixto, y es debido a que en la mayoría de los casos no tenemos acceso al forjado por su cara inferior, al tratarse de otro inmueble de otro propietario.

Para estos casos una de las técnicas que se puede utilizar, es la colocación de conectores, unos tornillos que se atornillan a las vigas de madera antes del vertido de la solera de hormigón, estos conectores hacen que la nueva solera trabaje junto con las viguetas de madera, para que no se produzcan deslizamientos, los cuales se producen por la diferencia de trabajo de la madera y el hormigón. Previo a este vertido de hormigón podemos colocar una lámina plástica si queremos evitar que pase la humedad del hormigón a la madera.

Además de los conectores, podemos añadir en las cabezas de las vigas que están en contacto con los muros de carga unos redondos de acero los cuales van taladrados en los muros de carga, y un mallazo de reparto.

Para aligerar el peso del forjado, podemos recurrir a elementos que tengan menos peso, a la hora de realizar el hormigón, como puede ser el uso de áridos ligeros cerámicos de arcilla expansiva, conocidos comúnmente por la marca comercial de Arlita, que son porciones de arcillas calentadas a altas temperaturas en un horno, hasta que los gases resultantes expanden su volumen, reduciendo de esta manera su densidad. Hay que tener en cuenta que, con el uso de éste tipo de áridos, podemos reducir el peso de la solera a una cuarta parte, pero también hay que saber que el comportamiento de la nueva solera también es diferente ya que ésta, aportan menos masa.

Otra manera de reparar los forjados de madera, cuando están muy deterioradas las vigas, es su sustitución, pudiendo ser cambiados por otras de madera, o sustituidos por otras con otra técnica o de otro material, teniendo siempre en cuenta, que los materiales distintos, se comportan de manera diferente.

Es muy probable, para la realización de las actuaciones, y en concreto para evitar el peso muerto del forjado, sobre todo una vez vertido el hormigón y hasta su fraguado, sea necesario el apeo o apuntalamiento de algún elemento para su refuerzo, ya que hasta que el hormigón no queda fraguado no trabaja en conjunto con el forjado de madera.

En el caso de estructuras de madera de pilares y vigas, se puede aprovechar para arreglarlas, restaurarlas y darles un tratamiento de barniz para poder dejarlas vistas, y combinarlas con materiales nuevos, dándole un toque un tanto especial.

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